Cinco canciones para conocer Blondie

Formados en Nueva York en 1974, Blondie surgió del hervidero creativo del CBGB, epicentro del punk, compartiendo escena con Ramones, Talking Heads y Television. Pero mientras otras bandas mantenían una crudeza más purista, Blondie —liderados por la carismática Debbie Harry y el guitarrista Chris Stein— añadieron un toque sofisticado y camaleónico que los convirtió en pioneros del new wave.


Lo suyo fue una explosión de estilos: punk, pop, disco, reggae, rap y electrónica, todos filtrados con una actitud rebelde y glamourosa. Harry, con su imagen icónica de rubia platino y su voz magnética, se convirtió en un símbolo feminista y cultural.

Durante finales de los 70 y principios de los 80, Blondie dominaron las listas de éxitos con canciones que mezclaban underground y mainstream como nadie más lo había hecho. Tras un paréntesis largo (1982-1997), regresaron en los 90 con fuerza renovada.


Heart of Glass

Una de sus canciones más icónicas, y una auténtica revolución en su momento: punk + disco en un mismo cóctel. Su ritmo pegadizo y la voz seductora de Debbie Harry conquistaron tanto las pistas de baile como las radios.


One Way or Another

Más rockera y con tintes punk, muestra el lado más agresivo y callejero de la banda. Debbie canta con un tono amenazante e irónico que se ha convertido en todo un himno de actitud.


Call Me

Compuesta junto a Giorgio Moroder, es uno de los grandes temas de los 80. Con un aire electrónico y discotequero, sirvió como tema principal de la película American Gigolo y consolidó a Blondie como referentes globales.


The Tide Is High

Aquí Blondie sorprende con una versión de un tema reggae de los Paragons. El resultado es fresco, relajado y demuestra su capacidad de reinventarse. Otro Nº1 mundial.


Rapture

Histórico: fue el primer tema con rap en alcanzar el Nº1 en EE.UU.. Debbie Harry mezcla canto pop con un rap inocente pero pionero, sobre una base funky y futurista. Una muestra de cómo Blondie supieron adelantarse a su tiempo.

Cinco canciones para conocer a Mark Knopfler

Tras alcanzar la cima mundial con Dire Straits, Mark Knopfler decidió - a comienzos de los 90 - iniciar una carrera en solitario que le permitiera explorar caminos más íntimos y personales. Su estilo de guitarra inconfundible (esa técnica de fingerpicking sin púa que lo hace sonar cálido y narrativo) seguía ahí, pero sus discos se alejaron de los grandes himnos para abrazar un tono más reflexivo, cercano al folk, al country y a la música de raíces.

En solitario, Knopfler se convirtió en un narrador musical, alguien que pinta historias con acordes delicados y letras cinematográficas, muchas veces influenciadas por la tradición británica y americana. No buscaba la fama ni repetir el éxito masivo de Dire Straits, sino crear música atemporal, elegante y profundamente humana.


Darling Pretty

El primer sencillo de su debut en solitario. Una canción elegante y etérea que resume bien su nueva etapa: melodías suaves, guitarras delicadas y una voz íntima que nos aleja de la grandilocuencia de Dire Straits.


What It Is

Un tema delicioso, construido sobre un riff folk que se convierte en un viaje sonoro lleno de frescura. Es probablemente la canción más reconocida de su carrera en solitario, y refleja su amor por las historias y paisajes británicos.


Sailing to Philadelphia

Una colaboración con James Taylor que es pura narrativa musical. Inspirada en la historia de dos topógrafos británicos que delinearon la frontera entre EE.UU. y Canadá, es historia hecha canción, con un aire sereno y evocador.


Boom, Like That

Aquí Knopfler muestra su faceta más irónica y crítica: la canción cuenta la historia del fundador de McDonald's y el nacimiento del imperio de la comida rápida. Un tema contagioso que une sátira social y groove irresistible.


Border Reiver

Con tintes folk y aires celtas, esta canción celebra la herencia escocesa e inglesa. Es una muestra de cómo Knopfler fusiona tradición y modernidad, con un sonido lleno de vida y raíces culturales.

Cinco canciones para conocer Traveling Wilburys

Los Traveling Wilburys no fueron una banda cualquiera, sino un sueño improbable hecho realidad. Surgieron en 1988 casi por accidente, cuando George Harrison necesitaba un lado B para un sencillo y llamó a algunos amigos para ayudarle en el estudio. Esos “amigos” resultaron ser Bob Dylan, Tom Petty, Jeff Lynne y Roy Orbison. El resultado fue tan mágico que decidieron seguir adelante como grupo.

La esencia de los Wilburys estaba en su espontaneidad: no buscaban ser un proyecto solemne, sino divertirse haciendo música juntos, sin egos, compartiendo micrófonos y riffs. Aun así, dejaron canciones que hoy son joyas absolutas, con un sonido que mezcla folk, rock clásico y pop, cargado de buen humor y complicidad.

Representaron la unión de cinco leyendas del rock en un proyecto relajado y colaborativo en dos discos: Traveling Wilburys Vol. 1 (1988), un éxito rotundo, y Traveling Wilburys Vol. 3 (1990), ya sin Orbison, que falleció poco después de grabar con ellos.

Su música se caracterizaba por la igualdad creativa: todos cantaban, componían y aportaban. Aunque de corta duración, siguen siendo recordados como el súpergrupo por excelencia.


Handle with Care

La canción que lo empezó todo. Escrita inicialmente como un descarte, se convirtió en su himno más famoso. Combina las voces de Harrison, Orbison y Petty con un estribillo luminoso, casi un canto de camaradería. Una de esas piezas en las que la química se siente al instante.


End of the Line

Un tema que celebra la vida y la amistad con optimismo. Cada Wilbury canta una línea, como si se pasaran el testigo en un viaje compartido. El videoclip es especialmente conmovedor: tras la muerte de Roy Orbison, su lugar se dejó vacío, solo con una mecedora y su guitarra.


Tweeter and the Monkey Man

Aquí brilla especialmente Bob Dylan, con una narración que parece un mini relato épico sobre contrabandistas y carreteras americanas. Oscura, irónica y llena de personajes, es lo más cercano a un tema “dylaniano” dentro del grupo.


Heading for the Light

Una composición más luminosa de George Harrison, con un aire optimista y espiritual. Refleja su estilo beatle tardío, pero envuelto en la instrumentación juguetona y rica que aportaba Jeff Lynne.


She’s My Baby

Uno de los temas más potentes del segundo disco, con guitarras afiladas y un tono más rockero. Aquí se nota la ausencia de Orbison, pero la banda sigue mostrando frescura y diversión.

Cinco canciones para conocer Queens of the Stone Age

Queens of the Stone Age (QOTSA) es una banda que reinventó el rock pesado, combinando riffs obsesivos, letras crípticas y una energía que oscila entre lo amenazante y lo hipnótico. Fundada por Josh Homme tras la disolución de Kyuss (pioneros del stoner rock), QOTSA es un proyecto en constante mutación, cargado de sensualidad, ironía, oscuridad… y groove.

El alma de QOTSA no está en gritar más fuerte, sino en hacerte sudar con riffs afilados y atmósferas densas. Es como estar atrapado en un club de neón en el desierto a medianoche, rodeado de humo, misterio y una batería atronadora. Son psicodelia sucia, blues distorsionado, sexo, caos y control.

Nacieron del stoner rock californiano, pero han evolucionado con influencias de punk, electrónica, psicodelia y blues. Se destacan por reinventar el hard rock sin clichés, con sofisticación, humor negro y ritmo. Con discos como Songs for the Deaf o ...Like Clockwork, consolidaron su estatus como una de las bandas más importantes y respetadas del siglo XXI.


No One Knows

Su himno definitivo. La batería salvaje de Dave Grohl (Foo Fighters), un riff absolutamente infeccioso y un estribillo que se graba a fuego. Esta canción fusiona poder físico con misterio, como un puñetazo elegante. Representa todo lo que hace grande a la banda: ritmo, oscuridad y carisma.


Go With the Flow

Rápida, elegante y desesperada. Esta canción suena a un coche sin frenos a través del desierto de Mojave. Los sintetizadores y las guitarras se funden en una carrera hacia lo inevitable. Un clásico moderno del rock alternativo.


Make It Wit Chu

El lado más sexy y bluesy de Queens of the Stone Age. Suavemente lasciva, con un groove irresistible y un tono romántico-peligroso. Fue originalmente escrita para el proyecto paralelo Desert Sessions y luego convertida en esta joya íntima.


Little Sister

Una canción corta, directa y provocadora. Con su cencerro hipnótico y ritmo penetrante, parece un rito tribal moderno, con una oscuridad disfrazada de canción pegadiza. Uno de sus temas más accesibles y bailables.


I Appear Missing

Probablemente su canción más emocional y cinematográfica. Un crescendo que parte desde el vacío y construye una atmósfera melancólica y monumental. Homme canta desde el abismo, y el resultado es devastador. Uno de sus puntos más altos como compositores.

Cinco canciones para conocer R.E.M.

R.E.M. fue una de esas bandas que no sólo encontraron su voz, sino que ayudaron a definir la voz de toda una generación. Surgidos en los 80 en Athens, Georgia, su estilo inconfundible de guitarras arpegiadas, letras crípticas y una sensibilidad alternativa les hizo destacar desde el principio. Pero no se quedaron ahí: en los 90 se convirtieron en uno de los grupos más importantes del mundo, sin renunciar nunca a su esencia.

La voz de Michael Stipe, introspectiva, a veces desconcertante, a menudo profundamente emocional, se volvió el símbolo de una juventud reflexiva y desencantada. Y la banda —con Peter Buck (guitarra), Mike Mills (bajo, coros) y Bill Berry (batería)— logró que la música alternativa llegara a los estadios sin perder su alma indie.

Considerados pioneros del rock alternativo y el college rock en EE.UU, mezclaron política, poesía y pop sin sonar forzados. Se separaron amistosamente en 2011, dejando un catálogo sólido y muy influyente.


Losing My Religion

Su canción más conocida y un raro hit global para una banda alternativa. Con una mandolina como protagonista y una letra sobre la obsesión y la duda, es un himno a la inseguridad emocional. El videoclip icónico y la intensidad de la interpretación de Stipe la convirtieron en inolvidable.


Everybody Hurts

Una de sus canciones más directas y conmovedoras. Un abrazo en forma de canción para quienes se sienten al borde. La banda escribió esto pensando en adolescentes deprimidos y se convirtió en un himno universal de consuelo y empatía.


Man on the Moon

Homenaje al cómico Andy Kaufman, pero también una meditación sobre la fe, la ironía y las verdades inciertas. Con referencias pop y un estribillo inolvidable, esta canción se volvió un símbolo del estilo enigmático pero entrañable de la banda.


The One I Love

Uno de sus primeros éxitos masivos. A menudo malinterpretada como una canción de amor, en realidad es una mirada fría y ambigua sobre el uso emocional del otro. Guitarras rugientes y una estructura minimalista que impacta.


Nightswimming

Una joya íntima y nostálgica, solo con piano y cuerdas. Una reflexión sobre la juventud, la inocencia perdida y la memoria. Es R.E.M. en su versión más pura, más frágil, más luminosa.