Whitney Houston creció rodeada de música: era hija de la cantante gospel Cissy Houston, sobrina de Dionne Warwick y ahijada de Aretha Franklin. Con ese linaje, el talento le venía de familia, pero Whitney lo llevó a un nivel celestial.
Debutó en 1985 con un álbum homónimo que cambió las reglas del pop y el soul. Su voz —una mezcla perfecta de técnica impecable, emoción pura y potencia— definió una nueva era para las vocalistas femeninas. A lo largo de los 80 y 90, encadenó éxitos globales, récords de ventas y reconocimientos, convirtiéndose en una de las artistas más premiadas de la historia.
Además, su incursión en el cine con The Bodyguard (1992) y su interpretación del tema I Will Always Love You la consolidaron como un mito.
Su vida estuvo marcada por altibajos personales, pero su legado artístico permanece intacto como símbolo de grandeza vocal y emocional.; además de haber inspirado a multitud de solistas de voz poderosa.
I Will Always Love You
Original de Dolly Parton, pero transformada por Whitney en una de las interpretaciones más icónicas de la historia. Su entrada a capela, su crescendo vocal y la emoción que transmite la convierten en una obra maestra atemporal.
How Will I Know
Pop brillante y optimista, con sintetizadores coloridos y una energía juvenil contagiosa. Fue uno de sus primeros grandes éxitos y mostró que Whitney podía dominar tanto el soul como el pop.
Greatest Love of All
Una balada poderosa sobre la autoestima y la fuerza interior. Su interpretación convierte este tema en un himno inspirador y profundamente humano.
I Wanna Dance with Somebody (Who Loves Me)
Un clásico del pop ochentero. Alegre, radiante y liberador, es imposible no bailar con esta canción. Whitney brilla aquí con una voz llena de vida y felicidad pura.
I Have Nothing
Una balada de amor y vulnerabilidad con una interpretación vocal desgarradora. Muestra su control técnico, su rango vocal y su capacidad para transmitir emoción pura.
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