Cinco canciones para conocer R.E.M.

R.E.M. fue una de esas bandas que no sólo encontraron su voz, sino que ayudaron a definir la voz de toda una generación. Surgidos en los 80 en Athens, Georgia, su estilo inconfundible de guitarras arpegiadas, letras crípticas y una sensibilidad alternativa les hizo destacar desde el principio. Pero no se quedaron ahí: en los 90 se convirtieron en uno de los grupos más importantes del mundo, sin renunciar nunca a su esencia.

La voz de Michael Stipe, introspectiva, a veces desconcertante, a menudo profundamente emocional, se volvió el símbolo de una juventud reflexiva y desencantada. Y la banda —con Peter Buck (guitarra), Mike Mills (bajo, coros) y Bill Berry (batería)— logró que la música alternativa llegara a los estadios sin perder su alma indie.

Considerados pioneros del rock alternativo y el college rock en EE.UU, mezclaron política, poesía y pop sin sonar forzados. Se separaron amistosamente en 2011, dejando un catálogo sólido y muy influyente.


Losing My Religion

Su canción más conocida y un raro hit global para una banda alternativa. Con una mandolina como protagonista y una letra sobre la obsesión y la duda, es un himno a la inseguridad emocional. El videoclip icónico y la intensidad de la interpretación de Stipe la convirtieron en inolvidable.


Everybody Hurts

Una de sus canciones más directas y conmovedoras. Un abrazo en forma de canción para quienes se sienten al borde. La banda escribió esto pensando en adolescentes deprimidos y se convirtió en un himno universal de consuelo y empatía.


Man on the Moon

Homenaje al cómico Andy Kaufman, pero también una meditación sobre la fe, la ironía y las verdades inciertas. Con referencias pop y un estribillo inolvidable, esta canción se volvió un símbolo del estilo enigmático pero entrañable de la banda.


The One I Love

Uno de sus primeros éxitos masivos. A menudo malinterpretada como una canción de amor, en realidad es una mirada fría y ambigua sobre el uso emocional del otro. Guitarras rugientes y una estructura minimalista que impacta.


Nightswimming

Una joya íntima y nostálgica, solo con piano y cuerdas. Una reflexión sobre la juventud, la inocencia perdida y la memoria. Es R.E.M. en su versión más pura, más frágil, más luminosa.

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